Las últimas semanas hemos
dedicado un tiempo de clase para dinamizar la biblioteca de aula.
Lo primero que hicimos fue
asignarle un espacio diferenciado dentro de la clase, al cual puedan acudir los
alumnos para realizar actividades relacionadas con la lectura.
Después, hicimos propuestas
para mejorar el espacio de la biblioteca, hacerlo más cómodo y más atractivo.
Una de las propuestas que salió de los propios alumnos fue ampliar el espacio
dedicado a la biblioteca. Sin embargo, eso nos fue imposible hacerlo porque “no
podemos tirar el muro”. Otra de las propuestas, que si llevamos a cabo, fue
hacer el lugar más cómodo, trayendo cojines. Así, en la semana siguiente a la
propuesta, varios alumnos trajeron su propio cojín que, por supuesto, hay que
compartir con los demás compañeros. También hemos colocado una pizarra pequeña
en ese espacio, de manera que los alumnos apuntan su nombre y tantas X como
libros han leído en el día.
Aún nos quedan muchas cosas por
hacer en el espacio de la biblioteca, pero poco a poco iremos mejorándola.