La última entrada dedicada, de momento, a técnicas de estudio engloba las dos actividades anteriores realizadas. Una vez hemos analizado el tiempo diario que tenemos y que hemos reflexionado acerca de las actividades en las que lo empleamos, ha llegado el momento de establecer un horario semanal en el que reflejaremos todas las tareas extraescolares que se realizan. Se trata de utilizar el mismo modelo de horario al que los alumnos están acostumbrados en el cole, pero para organizar las tareas de las tardes. De esta forma, encontraremos el tiempo necesario (ni más ni menos) para realizar las tareas escolares y actividades extraescolares por las tardes, acordándonos siempre de dejar un espacio de tiempo para jugar y realizar tareas que permitan a los niños despejarse y desconectar.
Lo ideal sería que el horario lo realizaran los propios alumnos, pues nadie mejor que ellos sabe el tiempo que se necesita para cada área, en función del horario de clases. Pero si los alumnos aún tienen problemas para organizarse o no conocen bien las horas/noción del tiempo, es conveniente que se les ayude. Una vez hecho el horario, habrá que colocarlo en un lugar visible, preferiblemente en la habitación en la que realicen los deberes por las tardes. De esta manera, con la ayuda de un reloj, los alumnos serán completamente autónomos a la hora de realizar las tareas.
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