martes, 23 de septiembre de 2014

Tercera parada: El Ejido

Ayer lunes 22 de septiembre tocó volver a "hacer las maletas" para mudarnos, esta vez, a El Ejido, en Almería. El viaje no fue tan largo como el de la última vez y antes de las 8 de la tarde ya estábamos en nuestro destino. Se me ocurrió ir a dar una vuelta por el pueblo a ver si encontraba El Corte Inglés, pero en lugar de eso encontré la biblioteca, un restautante chino (donde he comido hoy) y unas cuantas tiendas de chorradas (pero en ninguna vendían cables, así que sigo sin tele). Cuando volví, sobre las 9, aún no habían puesto la luz. Así que me vi haciendo la cena a la luz de una linterna y cenando a la luz de mi N3DS, mientras resolvía puzles del Profesor Layton. Tampoco podía ducharme porque no podía encender el calentador, ni hacer los deberes de inglés porque necesitaba el ordenador y no quería arriesgarme a quedarme sin batería para el día siguiente, que tenía la clase de inglés on-line. Menos mal que la Nintendo aguantó hasta que volvió la luz. 

Y esta mañana, más de lo mismo. Primero he tenido que encontrar el cole, que como llegó en el último viaje, ya de madrugada, no sabía dónde lo habían puesto. Y, después de encontrarlo, otra vez sin luz. Cuando ya teníamos luz, nos faltaba el agua, así que los niños han tenido que desayunar hoy sin lavarse las manos (y no querían porque ya se han acostumbrado al lavado de manos antes de desayunar). El recreo, hemos tenido la suerte de hacerlo en un parque que tenemos justo en frente del circo, donde hay columpios y pistas para jugar. La pena es que aquí sólo vamos a estar una semana, y nunca se sabe lo que vendrá después.

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